El modelo circular en el quirófano
El área quirúrgica ofrece muchas oportunidades para mejorar la sostenibilidad de la clínica veterinaria desarrollando un modelo circular para el uso de material fungible.

Puntos clave
El quirófano tiene un alto impacto ambiental, al representar un elevado porcentaje de la huella de carbono de la clínica asociado al uso de material fungible y equipos.
Adoptar el modelo de economía circular puede reducir el impacto ambiental, además de proporcionar resiliencia operativa y reducir los costes económicos.
La reutilización de equipos o materiales del quirófano requiere rigurosos protocolos de descontaminación, la esterilización eficaz y revisiones periódicas exhaustivas.
El continuo seguimiento de las infecciones del sitio quirúrgico es esencial y cualquier cambio asociado a la sostenibilidad debe garantizar el mantenimiento de la óptima calidad de atención.
Introducción
La atención sanitaria tiene un impacto medioambiental importante debido al elevado uso de material fungible, energía y gases anestésicos. El quirófano contribuye en gran medida a la huella de carbono, y el equipo de cirugía cada vez es más consciente de ello, así como de la implicación necesaria para cambiar esta situación. Además, el equipo de la clínica quiere comprender mejor los cambios que se pueden realizar manteniendo al mismo tiempo la calidad de la atención sanitaria. Básicamente, siempre que sea posible se deben aplicar los principios de la economía circular para reducir el impacto ambiental, ahorrar recursos y crear un plan para una atención quirúrgica sostenible en el futuro.
El modelo de economía circular tiene como objetivo reducir los residuos y prolongar la vida útil de los productos; se basa en la idea de reutilizar, reparar y reciclar materiales. La base de este modelo es crear un sistema que mantenga los materiales en circulación. En una economía de este tipo, los residuos se consideran un recurso valioso. La atención sanitaria sostenible requiere que las infraestructuras para la gestión de residuos estén diseñadas para recoger aquellos residuos que sean reciclables. Actualmente, se pierde una gran proporción de residuos potencialmente reciclables debido a la falta de separación o de infraestructuras locales o regionales dedicadas a ello. La separación inadecuada de los residuos conlleva un coste ambiental y económico importante.
A medida que nos esforzamos por proporcionar una atención de calidad óptima y emulamos los estándares del quirófano humano, es importante que los veterinarios reconozcamos que los productos desechables ya no son sinónimo de una mejor calidad asistencial.
Asepsia quirúrgica, control de las infecciones y reutilización
El éxito de la cirugía moderna depende de la asepsia, que se logra principalmente mediante el lavado de manos, la esterilización, el uso de guantes quirúrgicos estériles y de paños quirúrgicos asépticos, junto con el uso adecuado de antibióticos perioperatorios. Con la llegada de los plásticos modernos en la década de 1980 se produjo una revolución tecnológica en el campo de la medicina, dando lugar a nuevos estándares de atención que antes no eran posibles. Por ejemplo, los materiales poliméricos permitieron la cateterización intravenosa estéril y segura. Sin duda, la naturaleza de un catéter intravenoso requiere que sea de un solo uso. Sin embargo, al mismo tiempo, en la medicina y la cirugía se ha producido una transición transformadora hacia el uso de artículos desechables sustituyendo a otros artículos que se reutilizaban, como los paños quirúrgicos y las batas.
En las últimas décadas, los textiles desechables se han comercializado como la mejor opción para las cirugías, pero en un estudio en el que se revisaron varios datos no se observó ninguna superioridad en cuanto a su funcionalidad, ni una menor incidencia de infecciones del sitio quirúrgico (1,2). De hecho, al comparar las batas y los paños quirúrgicos modernos con sus alternativas desechables, se ha demostrado que su funcionalidad y su comodidad son superiores (3). Los textiles quirúrgicos reutilizables se deben lavar y volver a esterilizar adecuadamente para su uso repetido, lo que consume agua, energía y tiempo. A menudo se ha sugerido que, si consideramos la huella de carbono de la reutilización de los textiles quirúrgicos reutilizables, el impacto medioambiental es equivalente al de los desechables. Sin embargo, esto no es cierto, tal y como se ha demostrado en un análisis exhaustivo del ciclo de vida, que compara el impacto ambiental de las batas quirúrgicas desechables con el de las batas reutilizables en cuanto al consumo de energía y agua, y el potencial de calentamiento global y de generación de residuos (Figura 1) (4).

Si bien en los países con un nivel socioeconómico más alto de la atención sanitaria, los hospitales incorporaron en gran medida los textiles quirúrgicos de un solo uso, en los países menos ricos se siguieron utilizando los textiles reutilizables. Esto también se ha reflejado en el sector veterinario, en donde, además, los hospitales de referencia utilizan principalmente textiles desechables, mientras que las clínicas generalistas suelen utilizar tanto textiles reutilizables como desechables. En general, los veterinarios prefieren los textiles quirúrgicos de un solo uso, porque tienen la percepción de que reflejan el estándar de referencia en la atención sanitaria. Sin embargo, en el ámbito de la salud humana se está optando cada vez más por el uso de textiles quirúrgicos reutilizables, modernos y de alta calidad, lo que supone una gran reducción tanto de la huella de carbono como de los costes económicos (5). Por ejemplo, algunos hospitales han optado por el uso de textiles reutilizables en la cirugía ortopédica, incluyendo las ortoplastias.
No obstante, es fundamental disponer de las infraestructuras adecuadas que garanticen el lavado y la reesterilización de estos textiles. También hay que controlar el número de usos y realizar revisiones periódicas para detectar signos de desgaste. Una vez que una bata reutilizable haya alcanzado el límite de su vida útil, el material podrá reciclarse. A medida que nos esforzamos por proporcionar una atención de calidad óptima y emulamos los estándares del quirófano humano, es importante que los veterinarios reconozcamos que los productos desechables ya no son sinónimo de una mejor calidad asistencial.
Alternativas reutilizables en el quirófano
Hay muchos otros elementos del quirófano en los que se ha adoptado un modelo circular. Se ha demostrado que los gorros quirúrgicos de tela (Figura 2) tienen un rendimiento superior al de los gorros desechables al comparar el recuento de partículas y la contaminación microbiana del quirófano (6). Los contenedores reutilizables para objetos punzantes (Figura 3) se deben recoger cuando se hayan llenado, el contenido se lleva a incinerar y el contenedor se limpia y se reutiliza. Este modelo circular ahorra dinero y reduce la huella de carbono de la eliminación de objetos punzantes en más de un 30 % (7). Utilizar bandejas de esterilización reutilizables para instrumental quirúrgico (Figura 4), en lugar de papel quirúrgico azul en capas, es otra solución muy eficaz para reducir los residuos, y muchas bandejas pueden durar décadas.
La reutilización requiere la implementación de rigurosos procesos de descontaminación y reesterilización, principalmente con el autoclave, pero se necesitan métodos alternativos para el instrumental sensible al calor y la humedad. La esterilización con plasma de gas de peróxido de hidrógeno ya está disponible y es preferible en gran medida a la esterilización con óxido de etileno (que es mutagénico y cancerígeno), debido a la ausencia de residuos tóxicos y la seguridad del personal y el medio ambiente.



Separación y reciclaje de residuos
La separación óptima de residuos garantiza la gestión adecuada de los mismos de acuerdo con las normativas locales, así como la reutilización o el reciclaje (Figura 5). Sin los conocimientos adecuados y sin la separación correcta, los residuos pueden tratarse en exceso o de forma insuficiente. En los últimos años, cada vez es más habitual que los residuos se traten en exceso. El sobretratamiento (es decir, la incineración a alta temperatura de materiales de desecho que podrían haberse tratado de forma alternativa, o incluso reciclado) tiene un mayor coste económico y ambiental, y hay que evitarlo. Existen algunas opciones novedosas para la reutilización o el reciclaje en el quirófano.

Separación de aluminio
Los envases individuales de las suturas suelen ser de aluminio. Este metal puede reciclarse infinitamente sin perder calidad. El reciclaje ahorra el 95 % de la energía necesaria para producir aluminio nuevo a partir de materias primas, lo que reduce la huella de carbono. El reciclaje también reduce al mínimo los residuos en vertederos y evita la destrucción de los hábitats por la minería. Algunas clínicas pueden optar por recoger selectivamente los envases de las suturas de aluminio. Cuando estos envases se procesan dentro del flujo de residuos secos mixtos de reciclaje, se recomienda enrollarlos unos con otros (Figura 6), ya que los envases individuales pueden pasar desapercibidos en la planta de procesamiento de residuos.
Recientemente, se ha introducido la tecnología de escaneo con IA en algunas plantas de procesamiento de residuos, lo que permite la identificación de materiales, la evaluación de su valor, la detección de recursos perdidos y la optimización de la eficiencia del reciclaje para una gestión sostenible de los residuos. Es importante colaborar con el proveedor de servicios de gestión de residuos para evaluar el mejor método de gestión de residuos desde una perspectiva de sostenibilidad ambiental y teniendo en cuenta la normativa local.

El pelo de los animales como recurso
El pelo limpio de perros y gatos, recogido de peluquerías y clínicas veterinarias (Figura 7), tiene una aplicación novedosa como material innovador para la fabricación de alfombras útiles para la gestión de vertidos de petróleo. Gracias a sus propiedades absorbentes naturales, el pelo de las mascotas puede absorber grandes cantidades de petróleo del agua. De esta manera, las alfombras de pelo se pueden utilizar para absorber el vertido de petróleo o de otros hidrocarburos, lo que reduce el impacto en la fauna y los ecosistemas. Esta solución ecológica no solo reutiliza el pelo de las mascotas que, de otro modo, se tiraría, sino que también ofrece una alternativa eficiente y económica a los métodos tradicionales de contención de vertidos de petróleo.

Recuperación de los gases anestésicos
Los anestésicos inhalatorios, incluyendo el óxido nitroso y los hidrocarburos halogenados como el isoflurano, el sevoflurano y el desflurano, son potentes gases de efecto invernadero, y en la clínica veterinaria son frecuentes las anestesias prolongadas. En el pasado, los anestésicos inhalatorios pasaban del circuito anestésico a la atmósfera o a un recipiente adsorbente, para posteriormente incinerarse y eliminarse a la atmósfera. Se ha recomendado el uso de protocolos de anestesia de bajo flujo para reducir el uso general de agentes inhalatorios y, por lo tanto, el impacto medioambiental. Actualmente existe una técnica para la recuperación de gases anestésicos utilizando un contenedor especializado (Figura 8) que sustituye los sistemas de depuración tradicionales. Esto permite recuperar agentes como el isoflurano, evitando su liberación a la atmósfera. Una vez lleno el contenedor, el fabricante lo purifica y lo recicla para obtener un producto que pueda reutilizarse. Esta opción se utiliza actualmente en medicina humana y está empezando a estar disponible para los veterinarios.

Conclusión
Para ofrecer una atención veterinaria sostenible y excepcional en un futuro, debemos adoptar un modelo circular en el quirófano. Este concepto siempre se debe incluir en el diseño de nuevos sistemas, clínicas u hospitales y debe formar parte de protocolos y del programa de formación y desarrollo profesional continuo. Este modelo reduce el impacto ambiental de la atención sanitaria, pero también contribuye al ahorro económico y a la resiliencia operativa. Además de implementar cambios en el área quirúrgica para una mayor sostenibilidad ambiental, se debe realizar un estrecho seguimiento de las infecciones del sitio quirúrgico. Según la literatura actual no hay diferencias en cuanto a la incidencia de infecciones del sitio quirúrgico utilizando textiles quirúrgicos reutilizables en comparación con los desechables, pero es esencial realizar un mayor seguimiento y disponer de datos documentados para mantener una calidad óptima y ampliar las evidencias que respalden los cambios hacia un futuro sostenible.
Bibliografía
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Zoë Halfacree
MA, VetMB, MSc, Cert. VDI, Cert. SAS, FHEA, Dip. ECVS, FRCVS Davies Veterinary Specialists, Hitchin, Reino Unido
Zoë Halfacree se licenció en veterinaria por la Universidad de Cambridge en el 2001 y, tras trabajar durante dos años en una clínica de pequeños animales, realizó un internado en el hospital veterinario Queen Mother Hospital for Animals del Royal Veterinary College (RVC). Posteriormente, fue profesora titular y jefa de cirugía de tejidos blandos en el RVC y en el 2020 empezó a trabajar en una clínica de referencia cerca de Londres. Su pasión por la sostenibilidad ambiental y la formación le llevó a continuar sus estudios en el Instituto de Cambridge para el Liderazgo en Sostenibilidad, y actualmente posee el grado de máster en Sostenibilidad y Cambio de Comportamiento del Centro de Tecnología Alternativa de Gales. Actualmente, también es directora de Vet Sustain, una organización sin ánimo de lucro que promueve la sostenibilidad en la profesión veterinaria.