Aplicación de la biomodulación por fluorescencia en enfermedades cutáneas

Escrito por Neoklis Apostolopoulos

La preocupación por el aumento de las resistencias bacterianas a los antibióticos ha hecho que se desarrollen tratamientos alternativos a enfermedades como la pioderma; en este artículo se analizan las posibilidades que ofrece la fotobiomodulación. 

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Pioderma

Puntos clave

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La biomodulacin por fluorescencia (FBM) es un tipo de terapia con lser y los resultados iniciales en perros con diversos trastornos cutneos son prometedores.

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Los estudios han demostrado que la FBM reduce las citoquinas proinflamatorias y aumenta las citoquinas antiinflamatorias en la piel.

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La FBM, junto con la antibioterapia sistmica, puede acelerar la mejora en perros con pioderma y puede ser til en el tratamiento de fstulas perianales y otitis externa.

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La FBM es una tcnica segura y parece tener una buena eficacia antibacteriana, pero su mecanismo de accin no se ha determinado con precisin.

Introducción

La biomodulación o fotobiomodulación por fluorescencia (FBM) es un tipo de terapia con láser de baja intensidad (TLBI) que está ganando popularidad en medicina veterinaria como posible opción para el tratamiento de ciertas afecciones. En términos generales, la TLBI utiliza fotones de varias longitudes de onda con radiación no térmica para influir en la actividad biológica [1]. Para ello, la luz debe ser capaz de penetrar en los tejidos, de manera que la profundidad de penetración viene determinada por la longitud de onda de la luz. La piel contiene diversos cromóforos endógenos (moléculas que absorben fotones a determinadas longitudes de onda), principalmente hemoglobina y melanina; con unos coeficientes de dispersión y absorción distintivos dependiendo significativamente de la longitud de onda de la luz [2]. Por lo tanto, se considera que uno de los factores más importantes en la TLBI es la elección de la longitud de onda. La FBM se basa en la emisión de luz LED azul (Figura 1) para activar un sustrato, que consiste en un gel fotoconvertidor que contiene cromóforos (Figura 2). Los cromóforos activados liberan energía en forma de luz fluorescente que penetra en la piel del paciente; la profundidad de penetración varía en función del perfil del espectro emitido [2]. La luz del espectro azul-verde tiene una profundidad de penetración de aproximadamente 1-2,5 mm en la piel, afectando principalmente a la epidermis y a la capa superior de la dermis. La luz roja puede penetrar casi 5 mm en la piel, alcanzando la dermis y, posiblemente, incluso el panículo [2]. En este artículo se presenta brevemente el uso de la FBM en el tratamiento de algunos trastornos cutáneos frecuentes en la clínica veterinaria.

Lámpara LED azul sobre la piel de un perro
Figura 1. Ejemplo de lámpara LED azul comercialmente disponible que se utiliza para la FBM. © Neoklis Apostolopoulos
Líquido naranja en un recipiente pequeño
Figura 2. Gel fotoconvertidor, comercialmente disponible, mezclado con cromóforos (líquido naranja) que se aplica en el área que requiere tratamiento. © Neoklis Apostolopoulos

La FBM en medicina veterinaria

La FBM se empezó a desarrollar en medicina humana y actualmente también se utiliza en medicina veterinaria para el tratamiento de diversos trastornos cutáneos, que son, uno de los motivos de consulta al veterinario más frecuentes [3]. En muchos países ya existe al menos un sistema de FBM disponible para su uso en la clínica veterinaria. El tratamiento es de corta duración, no doloroso y normalmente se puede realizar sin sedación. El proceso es sencillo; primero se depila (si es necesario) la zona que se va a tratar y se limpia con solución salina estéril. Después, se aplica el gel cromóforo con una espátula formando una capa de unos 2 mm de grosor. A continuación, se ilumina la piel con la lámpara LED durante dos minutos. En los estudios se ha demostrado que la FBM reduce las citoquinas proinflamatorias y aumenta las citoquinas antiinflamatorias. También se ha demostrado que tras el tratamiento con FBM se produce un aumento de factores de crecimiento importantes para la proliferación de tejido nuevo de granulación, la angiogénesis y la remodelación del colágeno, que en conjunto favorecen la cicatrización completa de la herida [1],[2],[4]. 

Pioderma

Los resultados de la FBM en perros con foliculitis bacteriana superficial [5] o pioderma profunda son prometedores [6]. En estos estudios se ha demostrado que la técnica es segura y se puede utilizar junto con antibióticos sistémicos para acelerar el tratamiento de la pioderma. En el caso de la pioderma superficial, se podría considerar el uso de la FBM como tratamiento único [1],[2],[5],[7], aunque se necesitan más estudios. La Figura 3 muestra la imagen de una perra con pioderma del pliegue vulvar antes de iniciar el tratamiento. Tras aplicar FBM una vez a la semana (con dos aplicaciones consecutivas por sesión) durante dos meses, los resultados obtenidos son evidentes y se pueden observar en la Figura 4.

Vulva de una perra con pioderma
Figura 3. Perra con pioderma en los pliegues vulvares antes del tratamiento. Obsérvese el eritema, la exudación y la erosión de la piel. © Neoklis Apostolopoulos
Pioderma después del tratamiento con FBM
Figura 4. Perra de la Figura 3, dos meses después del tratamiento con FBM una vez a la semana (dos aplicaciones por sesión). © Neoklis Apostolopoulos

En un estudio clínico prospectivo, aleatorio y ciego se evaluó la eficacia de un sistema de FBM en el tratamiento de perros con pioderma interdigital. En dicho estudio 36 perros fueron asignados aleatoriamente al grupo de tratamiento exclusivo con antibiótico o al grupo de tratamiento con antibiótico junto con FBM durante dos minutos dos veces a la semana hasta la resolución clínica. Los perros fueron evaluados durante un periodo de 12 semanas y el tiempo medio transcurrido hasta la resolución de las lesiones fue de 4,3 semanas en los perros que recibieron el tratamiento combinado, frente a 10,4 semanas en los perros que solo recibieron antibióticos. En el estudio se concluyó que la FBM redujo significativamente el tiempo necesario para la resolución clínica [8]. Por lo tanto, en perros con pioderma interdigital se puede recomendar la aplicación de FBM dos veces a la semana [9]; también se podría considerar reducir la frecuencia a una vez a la semana (con dos aplicaciones consecutivas en la misma sesión) [10], pero se necesitan estudios aleatorios de mayor escala para validar los datos actuales [9]. 

Aunque estos resultados demuestran la eficacia clínica antibacteriana de la FBM, el mecanismo de acción sigue siendo desconocido; en dos estudios preliminares in vitro no se pudo demostrar la actividad bactericida de la FBM [11] o de la luz LED azul [12]. 

Otitis externa

En un ensayo clínico aleatorio, no ciego, se sugirió que la FBM también podría ser beneficiosa en el tratamiento de la otitis externa en perros [13]. Se trata de una patología frecuente que representa hasta el 20% de las consultas de la clínica de pequeños animales [14]. La aplicación de FBM en el conducto auditivo externo puede modular la inflamación, el dolor y el crecimiento bacteriano [13], aunque, como ya se ha mencionado antes, en los estudios in vitro no se ha podido determinar por qué la FBM o la luz LED azul deberían tener actividad bactericida. Sin embargo, en un estudio preliminar in vitro se ha demostrado que la FBM puede inhibir el crecimiento de Malassezia pachydermatis tras un mínimo de cuatro minutos de exposición [15].

Otros trastornos cutáneos

También se ha estudiado en perros la utilidad de la FBM en el tratamiento de las fístulas perianales [16]. En dicho estudio, cuatro perros con fístula perianal recibieron únicamente sesiones de FBM una vez a la semana, realizando dos aplicaciones consecutivas en cada sesión. Tras dos semanas de tratamiento, todos los perros mejoraron, observándose una reducción significativa de la vocalización, el esfuerzo y el lamido. Después de cinco semanas de tratamiento las lesiones perianales disminuyeron significativamente. Una vez más, se desconoce el mecanismo por el que la FBM resulta beneficiosa en estos casos. La Figura 5 muestra la imagen de una fístula perianal antes del tratamiento semanal con un sistema de FBM comercialmente disponible y en la Figura 6 se puede observar la disminución del eritema y la mejoría de la fístula tres semanas después de iniciar el tratamiento. Por lo tanto, se ha sugerido que la FBM podría ser beneficiosa en estos casos por sus efectos en la cicatrización de las heridas [1],[2],[4]. 

Fístula en la región perianal
Figura 5. Fístula perianal antes del tratamiento con FBM. El perro recibió FBM una vez a la semana (dos aplicaciones por sesión). © Amaury Briand
Fístula tratada con FBM
Figura 6. Perro de la Figura 5, tres semanas después de la primera sesión. ©Amaury Briand

Cabe señalar que muchos de los trastornos indicados anteriormente se deben a una enfermedad subyacente, como la dermatitis atópica, las reacciones cutáneas adversas a los alimentos, los ectoparásitos, los trastornos endocrinos y los problemas de conformación. Es esencial que, siempre que sea posible, se identifique la enfermedad subyacente mediante la investigación diagnóstica adecuada (raspados cutáneos, citología, análisis de sangre, dieta de eliminación, etc.), para instaurar el tratamiento más apropiado.

Por último, se ha observado que la FBM ayuda en la cicatrización de heridas quirúrgicas agudas no complicadas [4]; se ha demostrado que el tratamiento con FBM estimula la liberación de citoquinas que promueven la cicatrización y mejoran las características microscópicas de las heridas incisionales. Se observó una reepitelización tisular completa, con una mejor deposición de colágeno y menos inflamación dérmica. Sin embargo, no se observó ningún efecto en el aspecto macroscópico de las heridas [4] y se necesitan más estudios para evaluar estos resultados [9].

Con la FBM se han obtenido resultados prometedores para el tratamiento tanto de la foliculitis bacteriana superficial como de la pioderma profunda en perros.

Neoklis Apostolopoulos

Conclusión

Estos resultados tan prometedores sugieren que la FBM se puede utilizar en el tratamiento de varios trastornos cutáneos en el perro, con el potencial de tener más aplicaciones en medicina veterinaria. No obstante, se necesitan más estudios para evaluar su eficacia en el tratamiento de distintas enfermedades cutáneas y determinar con precisión el mecanismo de acción.

Neoklis Apostolopoulos

Neoklis Apostolopoulos

DVM, Dip. ECVD, Universidad de Wisconsin-Madison, Facultad de Medicina Veterinaria, Madison, WI, EE.UU

Estados Unidos

Neoklis Apostolopoulos se licenció en veterinaria por la Universidad de Tesalia en Grecia. Posteriormente se trasladó a Alemania para realizar un internado rotatorio, una residencia y un posgrado de investigación sobre la microbiota cutánea canina. Actualmente es profesor clínico adjunto de dermatología veterinaria en la Universidad de Wisconsin-Madison y sus temas de investigación se centran en el microbioma cutáneo canino y la inteligencia artificial aplicada a la dermatología veterinaria. Sus principales áreas de interés incluyen todos los aspectos de la dermatología, la alergología y la otología. Tiene experiencia en cirugía láser con CO2 y el tratamiento de enfermedades cutáneas con fotobiomodulación por fluorescencia. 

Referencias
  1. Marchegiani A, Spaterna A, Cerquetella M. Current applications and future perspectives of fluorescence light energy biomodulation in veterinary medicine. Vet. Sci. 2021;8:20. https://doi.org/10.3390/VETSCI8020020
  2. Scapagnini G, Marchegiani A, Rossi G, et al. Management of all three phases of wound healing through the induction of fluorescence biomodulation using fluorescence light energy. BiOS. 2019;31. https://doi.org/10.1117/12.2508066
  3. Hill PB, Lo A, Eden CAN, et al. Survey of the prevalence, diagnosis and treatment of dermatological conditions in small animals in general practice. Vet. Rec. 2006;158:533-539. https://doi.org/10.1136/VR.158.16.533
  4. Salvaggio A, Magi GE, Rossi G, et al. Effect of the topical Klox fluorescence biomodulation system on the healing of canine surgical wounds. Vet. Surg. 2020;49:719-727. https://doi.org/10.1111/VSU.13415
  5. Marchegiani A, Spaterna A, Fruganti A, et al. Exploring fluorescent light energy as management option for canine superficial bacterial folliculitis. Front. Vet. Sci. 2023;10:1155105. https://doi.org/10.3389/fvets.2023.1155105
  6. Marchegiani A, Fruganti A, Spaterna A, et al. The effectiveness of fluorescent light energy as adjunct therapy in canine deep pyoderma: A randomized clinical trial. Vet. Med. Int. 2021;6643416. https://doi.org/10.1155/2021/6643416
  7. Apostolopoulos N, Mayer U. Use of fluorescent light energy for the management of bacterial skin infection associated with canine calcinosis cutis lesions. Vet. Rec. Case Rep. 2020;8:e001285. https://doi.org/10.1136/VETRECCR-2020-001285
  8. Marchegiani A, Spaterna A, Cerquetella M, et al. Fluorescence biomodulation in the management of canine interdigital pyoderma cases: a prospective, single-blinded, randomized and controlled clinical study. Vet. Dermatol. 2019;30:371-e109. https://doi.org/10.1111/VDE.12785
  9. Perego R, Mazzeo M, Spada E, et al. Critically appraised topic on low-level laser therapy (LLLT) in dogs: An advisable treatment for skin diseases? Vet. Sci. 2022;9:505. https://doi.org/10.3390/VETSCI9090505
  10. Marchegiani A, Fruganti A, Gavazza A, et al. Fluorescence biomodulation for canine interdigital furunculosis: updates for once-weekly schedule. Front. Vet. Sci. 2020;9:880349. https://doi.org/10.3389/fvets.2022.880349
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  16. Marchegiani A, Tambella AM, Fruganti A, et al. Management of canine perianal fistula with fluorescence light energy: preliminary findings. Vet. Dermatol. 2020;31:460-e122. https://doi.org/10.1111/VDE.12890

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