Envejecer con calidad: cómo mejorar la atención de las mascotas sénior y geriátricas
Escrito por Brianne Morrow
Los auxiliares veterinarios bien preparados pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes de edad avanzada con un enfoque proactivo e individualizado.
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Puntos clave
Las mascotas sénior y geriátricas experimentan una serie de cambios físicos y cognitivos que, si no se tratan, pueden disminuir significativamente la calidad de vida.
Los auxiliares veterinarios pueden y deben desempeñar un papel importante en el apoyo a la salud y la calidad de vida de los animales de edad avanzada.
La nutrición se debe considerar el quinto signo vital a evaluar durante la consulta: la evaluación nutricional ayuda a determinar si las necesidades nutricionales están cubiertas.
El malestar y el deterioro cognitivo suelen ocultarse tras sutiles cambios de comportamiento, que a menudo se consideran “propios” de la edad avanzada; es fundamental reconocer los primeros signos de alerta e iniciar conversaciones de apoyo.
Introducción
Gracias a los avances en medicina veterinaria, la esperanza de vida de las mascotas está aumentando; de ahí la importancia de la atención geriátrica. Los auxiliares veterinarios desempeñan un papel fundamental y polifacético en el apoyo a la salud y la calidad de vida de los animales sénior y geriátricos. Sus interacciones diarias, sus conocimientos clínicos y su inteligencia emocional los convierten en un apoyo indispensable para nuestros pacientes más vulnerables. Este artículo analiza la importancia de diferenciar entre pacientes sénior y geriátricos, explica cómo el auxiliar puede realizar una evaluación nutricional exhaustiva, destaca la responsabilidad de los auxiliares en el reconocimiento del dolor y describe estrategias proactivas para el cuidado de los pacientes de edad avanzada. Con un enfoque equilibrado que combina la visión profesional y la aplicación práctica, este artículo también tiene como objetivo resaltar el papel del auxiliar como personal de apoyo, educador y miembro integral del equipo de atención geriátrica.
¿Por dónde empezamos?
La población de mascotas de edad avanzada no deja de aumentar. Cuanto más vivan nuestras mascotas, más apoyo específico e individualizado necesitarán, abarcando desde la nutrición y la movilidad hasta el manejo de problemas de comportamiento y el tratamiento de enfermedades crónicas (1). La sociedad está aceptando la belleza y el valor de «envejecer» y es hora de que la medicina veterinaria haga lo mismo. Y nadie está mejor preparado para liderar esta iniciativa que los auxiliares veterinarios, ya que a menudo son los primeros en notar los cambios sutiles y son quienes mantienen el contacto rutinario con los tutores. Los auxiliares desempeñan el papel de cuidadores y educadores a lo largo del proceso de envejecimiento de las mascotas (2) (Figura 1). Su profunda implicación en todas las fases de la visita a la clínica les permite identificar las necesidades de forma temprana, recomendar intervenciones y guiar con compasión a las familias, tanto en los momentos importantes como en las decisiones difíciles. Con las herramientas adecuadas y la confianza necesaria, los auxiliares pueden cambiar lo que significa apoyar a las mascotas sénior y geriátricas, haciendo que la atención compasiva y personalizada no solo sea la esperada, sino algo esencial.

Figura 1. El auxiliar veterinario puede mantener conversaciones cara a cara con el tutor y es la persona de contacto más habitual de la clínica, por lo que puede actuar como cuidador y educador durante el proceso de envejecimiento de la mascota.
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Escala de grises: diferenciar entre sénior y geriátrico
La diferenciación entre animal sénior o geriátrico no solo depende de la edad. Hay otros factores, como la raza, el tamaño y la especie, que determinan el momento en que las mascotas pueden experimentar alteraciones relacionadas con el envejecimiento. Un animal sénior puede seguir gozando de buena salud en general, pero uno geriátrico suele presentar una o más afecciones crónicas que afectan a su función diaria y a su calidad de vida (3).
En este aspecto, los auxiliares veterinarios desempeñan un papel fundamental al reconocer la transición de una fase a otra. Es especialmente importante comprender el envejecimiento específico del perro en función de su tamaño o raza, ya que las etapas de la vida difieren considerablemente (Tabla 1) (4). Por ejemplo, un Chihuahua de 6 años puede estar en el mejor momento de su vida como sénior, mientras que un Gran Danés con los mismos años puede mostrar signos de declive geriátrico. En ambos casos es preciso iniciar conversaciones individualizadas, pero el tono, las prioridades y las recomendaciones nutricionales o diagnósticas pueden diferir mucho. Al adoptar un enfoque individualizado para cada paciente y familia, los auxiliares promueven una comunicación más eficaz, relaciones más sólidas con los clientes y una mayor calidad de vida de la mascota durante el envejecimiento a largo plazo.
Tabla 1. Las diferentes etapas de la vida según el tamaño del perro.
| Categoría | Peso | Crecimiento | Adulto | Maduro | Edad Avanzada |
|---|---|---|---|---|---|
| Perro muy pequeño | <3,6 kg | Hasta los 10 meses | Hasta los 8 años | 8-12 años | Más de 12 años |
| Perro pequeño | 4-10 kg | Hasta los 10 meses | Hasta los 8 años | 8-12 años | Más de 12 años |
| Perro mediano | 10,4-25 kg | Hasta los 12 meses | Hasta los 7 años | 7-10 años | Más de 10 años |
| Perro grande | 25,4-44,9 kg | Hasta los 15 meses | Hasta los 5 años | 5-8 años | Más de 8 años |
| Perro gigante | >45 kg | Hasta los 18-24 meses | Hasta los 5 años | 5-8 años | Más de 8 años |
| A modo de comparación, se considera que los gatos están en fase de crecimiento hasta los 12 meses de edad (salvo el Maine Coon, que sigue creciendo hasta los 15 meses), son adultos a los 7 años, maduros entre los 7 y los 10 años, y sénior a partir de los 10 años. | |||||
Más allá de los signos: por qué las mascotas sénior merecen atención
Cada vez hay más mascotas sénior entre la población de pacientes (5), pero el aumento de la esperanza de vida conlleva una complejidad cada vez mayor. Los animales de edad avanzada suelen experimentar una serie de cambios físicos y cognitivos que, si no se tratan, pueden reducir significativamente la calidad de vida. Estos pacientes presentan un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como osteoartritis, enfermedad renal crónica (ERC), cáncer, síndrome de disfunción cognitiva (SDC) y enfermedades dentales (2-3). Centrar nuestra atención en las necesidades de los animales de edad avanzada no es solo una prioridad clínica: refleja el compromiso de nuestra profesión con la atención compasiva y permanente. Con un diagnóstico precoz y un manejo proactivo, que incluye la identificación del dolor, la modificación del alimento y del entorno y el seguimiento regular, el equipo veterinario puede hacer que la vida de los pacientes de edad avanzada no solo sea más larga, sino también mejor (3).
Los tutores cada vez buscan más tranquilidad y un asesoramiento más personalizado para sus animales de edad avanzada. Los auxiliares deben estar preparados para ofrecerles la atención que buscan. Una buena iniciativa es organizar sesiones de asesoramiento específicas para mascotas sénior impartidas por los auxiliares, que no solo aborden los cambios que afectan a las necesidades de los pacientes, sino que también permitan aprovechar al máximo la función de los auxiliares (Figura 1). En estas sesiones, el auxiliar puede hacer diversas tareas como:
- Realizar evaluaciones nutricionales exhaustivas, como determinar la puntuación corporal y muscular, así como las necesidades calóricas y elaborar el historial alimentario.
- Evaluar la función cognitiva y el dolor, utilizando herramientas validadas y las observaciones respecto al comportamiento.
- Hablar sobre enriquecimiento ambiental y planes de ejercicio adecuados para el paciente.
Estas sesiones permiten ofrecer una atención individualizada, refuerzan la confianza de los clientes y facilitan que los auxiliares asuman un papel de liderazgo en el bienestar de las mascotas mayores. Poner de relieve las necesidades de los animales sénior y geriátricos, promoviendo que el auxiliar veterinario tome la iniciativa, es una manera de elevar el nivel de excelencia de la clínica veterinaria en la atención de estos pacientes que merecen un envejecimiento de calidad.

Figura 2. Las sesiones de asesoramiento individualizadas entre el auxiliar y el tutor permiten obtener la información necesaria del paciente para adoptar un enfoque específico priorizando las necesidades de la mascota.
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Evaluaciones nutricionales dirigidas por los auxiliares
Cuando los animales entran en la etapa sénior y geriátrica, la nutrición no es ya importante sino esencial. Al igual que la temperatura o la frecuencia cardíaca, la nutrición debe considerarse el quinto signo vital que se debe evaluar en la consulta (6). Esta evaluación permite determinar si las necesidades nutricionales de la mascota se están satisfaciendo de forma adecuada, sobre todo cuando empiezan a aparecer cambios asociados al envejecimiento que afectan al metabolismo, la función de los órganos, el apetito y la movilidad. Los auxiliares veterinarios pueden realizar estas evaluaciones nutricionales detalladas. Para ello deben recopilar los datos obtenidos durante la exploración física y la consulta, que servirán de base para elaborar planes nutricionales personalizados. Estas evaluaciones deben incluir datos sobre:
- Puntuación de la condición corporal (PCC)
- Puntuación de la condición muscular (PCM): vital para detectar precozmente la sarcopenia
- Necesidades energéticas de reposo (NER): 70 x peso corporal (kg)^0,75
- Necesidades energéticas de mantenimiento (NEM) utilizando diversos factores según la situación (Tabla 2).
- Historial alimentario detallado, incluyendo el alimento actual, premios, comida de mesa, suplementos, horario de alimentación y método de administración (tipo de comedero, dispensadores interactivos, jeringa, etc.).
Tabla 2. Necesidades energéticas de mantenimiento (NEM) aplicando los factores correspondientes según cada situación (7).
| Etapa de la vida | Factor NEM del perro | Factor NEM del gato |
|---|---|---|
| Mantenimiento en la edad adulta (animal entero) | 1,8 | 1,4 |
| Mantenimiento en la edad adulta (adultos jóvenes, esterilizados/castrados) | 1,6 | 1,2 |
| Mantenimiento en la edad adulta (tendencia a la obesidad o sénior, esterilizados/castrados) | 1,4 | 1 |
| Pérdida de peso en adultos (utilizar el peso ideal en lugar del peso actual en la fórmula) | 1 | 0,8 |
| Aumento de peso en adultos (utilizar el peso ideal en lugar del peso corporal actual en la fórmula) | De 1,4 a 1,6 | De 1,2 a 1,4 |
| Enfermedad (peso corporal actual o ideal) | 1 | 1 |
Cuando los animales envejecen, pueden aparecer problemas alimentarios que requieren estrategias individualizadas (Recuadro 1). El auxiliar puede recomendar a los tutores estrategias adecuadas para aplicar en casa, como:
- Calentar o humedecer el alimento para potenciar el olor y la apetencia
- Aumentar la frecuencia de las raciones, pero de menos cantidad
- Utilizar cuencos elevados o estaciones de alimentación para mascotas con osteoartritis o problemas de movilidad
- Realizar una transición alimentaria graduales de 5-7 días
Este tipo de enfoque estructurado fomenta la continuidad de la atención y nos ayuda a reforzar la confianza del cliente. También puede despertar en el auxiliar un gran interés por la nutrición y animarles a especializarse (por ejemplo, a través de la Academy of Veterinary Nutrition Technicians [AVNT] https://nutritiontechs.com).
Recuadro 1. Posibles dificultades relacionadas con la alimentación que requieren estrategias individualizadas (8).
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Evaluar el dolor, la función cognitiva y el confort
A medida que los animales envejecen, las molestias y el deterioro cognitivo suelen manifestarse con sutiles cambios de comportamiento o confundirse con el “envejecimiento normal”. Cuando el auxiliar veterinario reconoce estos primeros signos de alerta, debe iniciar conversaciones de apoyo. El dolor crónico en las mascotas de edad avanzada puede manifestarse de múltiples formas: se niegan a saltar o a subir escaleras, están inquietas, ladran más, presentan disminución del apetito o cambios en sus hábitos de aseo. Dado que es posible que los tutores no reconozcan estos signos, los auxiliares deben observar, documentar y comunicar claramente sus preocupaciones. Herramientas como el Inventario breve del dolor canino (Canine Brief Pain Inventory, CBPI) permiten a los tutores puntuar la intensidad del dolor de su perro y cómo interfiere en las funciones diarias, como caminar y disfrutar de la vida. En cuanto a los gatos, la Escala de expresión facial felina (Feline Grimace Scale, FGS) ayuda al equipo veterinario a evaluar el dolor agudo según ciertas expresiones faciales, como entrecerrar los ojos, la posición de los bigotes y la tensión del hocico.
Aunque hablar del final de la vida nunca es fácil, existen herramientas que pueden ser útiles tanto para el equipo veterinario como para los tutores para abordar este tema con mayor comodidad, claridad y confianza. La escala HHHHHMM (Recuadro 2) sirve para orientar estas conversaciones. Esta escala, que evalúa siete factores (dolor, hambre, hidratación, higiene, alegría, movilidad y más días buenos que malos), ayuda a las familias a tomar decisiones importantes, basadas en una reflexión objetiva y un apoyo emocional (2).
Escala de calidad de vida
(Escala HHHHHMM)
Los tutores pueden utilizar esta escala de calidad de vida para determinar la eficacia de los cuidados paliativos. Los pacientes se puntúan en una escala de 0 a 10 (siendo 10 el ideal).
| Puntuación | Criterio |
|---|---|
| 0-10 | DOLOR: El control adecuado del dolor y la capacidad respiratoria son la principal preocupación. La dificultad para respirar es la principal preocupación. ¿Se puede controlar bien el dolor de la mascota? ¿Respira bien? ¿Es necesario administrar oxígeno? |
| 0-10 | HAMBRE: ¿Come lo suficiente? ¿Necesita el alimento de la mano? ¿Necesita una sonda de alimentación? |
| 0-10 | HIDRATACIÓN: ¿Está deshidratada la mascota? Los pacientes que no beben suficiente agua, necesitan fluidoterapia subcutánea una o dos veces al día para complementar la ingesta de líquidos. |
| 0-10 | HIGIENE: Hay que cepillar y limpiar a la mascota, especialmente después de defecar u orinar. Hay que evitar las úlceras por presión con camas blandas y mantener limpias todas las heridas. |
| 0-10 | ALEGRÍA: ¿La mascota expresa alegría e interés? ¿Responde a la familia, a los juguetes, etc.? ¿La mascota se siente deprimida, sola, nerviosa, aburrida o asustada? ¿Se podría mover su cama para que esté cerca de las actividades familiares? |
| 0-10 | MOVILIDAD: ¿Puede levantarse la mascota sin ayuda? ¿Necesita ayuda humana o mecánica (p.ej., un carrito)? ¿Tiene ganas de salir a pasear? ¿Tiene convulsiones o se tropieza? (Aunque algunos cuidadores consideran que la eutanasia es preferible a la amputación, un animal con movilidad limitada pero que sigue estando alerta, feliz y receptivo puede tener una buena calidad de vida siempre que los cuidadores se comprometan a ayudarlo). |
| 0-10 | MÁS DÍAS BUENOS QUE MALOS: Cuando los días malos superan a los buenos, la calidad de vida puede verse demasiado comprometida. Cuando ya no es posible una relación sana entre el ser humano y el animal, el cuidador debe ser consciente de que el final está cerca. Si la mascota está sufriendo, hay que tomar la decisión de practicar la eutanasia. Es correcto que se produzca de forma pacífica e indolora en casa. |
| *TOTAL | *Un total superior a 35 puntos indica una calidad de vida aceptable para continuar con los cuidados paliativos. |
Recuadro 2. Escala de calidad de vida (de (9)).
Los auxiliares veterinarios tienen el importante papel de presentar y explicar esta herramienta, que puntúa cada categoría de 0 a 10. Una puntuación total de 35 o más (de un máximo de 70) indica una calidad de vida aceptable y puede ayudar a saber cuándo hablar y aplicar cuidados paliativos o recurrir a la eutanasia compasiva (9). Cabe señalar que los auxiliares no influyen en las decisiones sobre el final de la vida, pero esta escala les permite dar apoyo a los tutores durante las conversaciones emotivas y reforzar las recomendaciones del veterinario.
Otro tema que puede abordar el auxiliar con los tutores es el síndrome de disfunción cognitiva (SDC), que es un problema poco reconocido en las mascotas de edad avanzada. Los tutores pueden utilizar herramientas para la evaluación del SDC, como el cuestionario DISHAA (Evaluación del deterioro cognitivo en actividades espontáneas del hogar) y la escala CADES (Escala de demencia canina), que permiten evaluar la memoria, la orientación, el comportamiento social y los ciclos de sueño/vigilia. Los auxiliares pueden guiar a los clientes a realizar estas evaluaciones y hablar de posibles estrategias de manejo, como mejorar el entorno, hacer cambios en la alimentación o instaurar un tratamiento farmacológico (10).
Al adoptar un enfoque individualizado para cada paciente y familia, los auxiliares promueven una comunicación más eficaz y relaciones más sólidas con los clientes y una mayor calidad de vida de la mascota durante el envejecimiento a largo plazo.
Los auxiliares veterinarios como educadores
Como educadores, traductores y aliados de confianza, los auxiliares veterinarios desempeñan varias funciones esenciales. Ya sea para explicar el avance de una enfermedad renal, mostrar cómo administrar fluidos subcutáneos o para sugerir modificaciones en el hogar de una mascota con osteoartritis, los auxiliares son un puente entre el tratamiento farmacológico y los cuidados diarios (2-3).
Su capacidad de comunicación con claridad y empatía, repitiendo lo que sea necesario, hace que los tutores se sientan más seguros colaborando con los auxiliares durante el proceso de envejecimiento de su mascota.
Los auxiliares deben orientar de forma proactiva las conversaciones sobre:
- Cuándo y cómo ajustar los objetivos del cuidado de la mascota cuando envejece o su salud se deteriora.
- Qué signos hay que vigilar en casa, como el estado de hidratación, la ingesta de alimentos, los cambios de peso, los patrones de sueño o los cambios en la actividad.
- Cómo interpretar los cambios de comportamiento que pueden indicar malestar, dolor o disfunción cognitiva.
- Qué esperar de los cuidados paliativos o terminales, ayudando a las familias a sentirse preparadas y apoyadas.
Al anticiparse a las preocupaciones de los clientes y proporcionar información de forma comprensible y compasiva, los auxiliares veterinarios contribuyen al cumplimiento de los tratamientos, reducen el estrés de los tutores y abogan por la dignidad de los pacientes en todas las etapas del envejecimiento. Estas conversaciones fundamentales fomentan la confianza, mejoran los resultados y consolidan el papel esencial del auxiliar en la educación del cliente. Los pequeños detalles, como sugerir superficies antideslizantes, camas acolchadas y acciones que reduzcan el estrés, pueden parecer insignificantes, pero en conjunto dicen mucho sobre la compasión y la intención del auxiliar.
Pacientes geriátricos hospitalizados
La hospitalización puede ser muy estresante para las mascotas de edad avanzada. Los auxiliares son responsables de que estos pacientes se mantengan limpios, secos y con la temperatura adecuada en todo momento, así como de que se cubran sus necesidades físicas y emocionales (Figura 3). Algunos ejemplos de medidas para el cuidado de estos pacientes son:
- Cambiar con frecuencia la posición del paciente para evitar úlceras por presión.
- Realizar movimientos pasivos o ayudar al paciente a caminar cada 4 horas.
- Utilizar camas blandas y superficies antideslizantes.
- Proporcionar soporte nutricional e hidratación según el estado de su enfermedad.
- Brindar apoyo comportamental mediante la manipulación suave durante las tareas rutinarias.
Los auxiliares también deben vigilar la fragilidad de la piel, los cambios en el estado mental y los nuevos signos de dolor o disfunción orgánica. La comunicación inmediata de estos cambios mejora los resultados y refuerza el papel del auxiliar como defensor del paciente.

Figura 3. Los auxiliares desempeñan un papel fundamental en el cuidado de los pacientes hospitalizados de edad avanzada; es fundamental que se mantengan limpios, calientes y secos, así como responder a sus necesidades físicas y emocionales.
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Conclusión
Las mascotas sénior y geriátricas requieren una atención especializada y compasiva, y los auxiliares veterinarios están especialmente capacitados para proporcionarla. Mediante la evaluación nutricional, el reconocimiento del dolor, la evaluación cognitiva y de la calidad de vida, la educación del cliente y los cuidados de la salud, los auxiliares elevan el nivel de atención y el bienestar de las mascotas de edad avanzada. Pero esto es solo el principio: optimizar el papel de los auxiliares veterinarios en el cuidado de las mascotas de edad avanzada es una oportunidad que no hay que dejar pasar. Los auxiliares pueden tener un gran impacto en muchas actividades, realizando consultas de bienestar, orientando a los clientes en el manejo de las enfermedades, aplicando técnicas de manipulación suave y ofreciendo apoyo para la movilidad del paciente. Es una profesión que a menudo requiere una alta exigencia emocional y física, pero el cuidado de mascotas tiene un aspecto positivo: la oportunidad de encontrar un nicho con un propósito. Los auxiliares que se inclinan por este ámbito no solo mejoran los resultados de los pacientes y tranquilizan a las familias, sino que también descubren nuevas formas de crecimiento profesional. Ya sea mediante la especialización, formando a compañeros o dirigiendo programas de la clínica, la atención al paciente de edad avanzada es un camino lleno de oportunidades y de empatía que permite que las mascotas sigan viviendo felices durante más tiempo.
Referencias
- Epstein M, Kuehn NF, Landsberg G, et al. 2005 AAHA Guidelines for the Management of Senior and Geriatric Dogs and Cats. J. Am. Anim. Hosp. Assoc. 2005;41(2);81-91.
- Lynch H. Helping Pets Enjoy Their Golden Years: The Technician’s Role. Today’s Vet Nurse. April 2016.
- Dhaliwal R, Boynton E, Carrera-Justiz S, et al. 2023 AAHA Senior Care Guidelines for Dogs and Cats. J. Am. Anim. Hosp. Assoc. 2023;59(1):1-21.
- Hughes A. Feeding for Optimal Growth: Nutrition for Puppies and Kittens From Weaning to Adulthood. Vet Practice. 2022;9 Aug. 2022.
- Pittari J, Rodan I, Beekman G, et al. American Association of Feline Practitioners Senior Care Guidelines. J. Feline Med. Surg. 2009;11(9);763-778.
- AAHA. Nutrition: The First Step in Preventive Care. AAHA Nutritional Assessment Guidelines for Dogs and Cats. American Animal Hospital Association, 2010.
- Thatcher C, Hand MS, Remillard R. Small animal clinical nutrition: An iterative process. In; Small Animal Clinical Nutrition. 5th ed. MI, Walsworth Publishing Co. 2010;3-21.
- Churchill JA. Nutrition for senior dogs: new tricks for feeding old dogs. In: Proceedings, Critical Updates on Canine & Feline Health. NAVC/WVC Symposia 2015.
- Villalobos A, Kaplan L. Palliative care: end of life “pawspice” care. In: Canine and Feline Geriatric Oncology: Honoring the Human-Animal Bond. Ames, IA: Blackwell Publishing. 2007;367-398.
Brianne Morrow
LVT, VTS (Nutrición), Royal Canin EE. UU., St. Charles, Misuri, EE.UU.
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